La moderación salarial en España es limitada y llegó tarde, a finales de 2011

El BCE prevé nuevos recortes en los sueldos públicos de España

El Banco Central Europeo pronostica un futuro para España con "una acusada caída de la remuneración por asalariado como consecuencia de nuevos recortes de los sueldos del sector público y del impacto de la reforma laboral.

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La sede del BCE, con el logo, en la ciudad alemana de Fráncfort del Meno.

El Banco Central Europeo pronostica un futuro para España con "una acusada caída de la remuneración por asalariado como consecuencia de nuevos recortes de los sueldos del sector público y del impacto de la reforma laboral que apunta a una moderación de las reivindicaciones salariales del sector privado". Además, el BCE prevé una situación similar en Grecia, como resultado de las recientes reformas del proceso de determinación de salarios en el sector privado.

España habría podido evitar en gran medida la significativa destrucción de puestos de trabajo registrada en su mercado laboral desde que comenzó la crisis de haberse aprobado "hace unos años" una reforma laboral similar a la adoptada finalmente en febrero de 2012, según apunta el Banco Central Europeo (BCE).

"En el caso de España, las autoridades finalmente aprobaron, en febrero de 2012, una reforma del mercado de trabajo de gran trascendencia y envergadura que podría haber sido muy útil para evitar la destrucción de empleo si se hubiese aprobado hace unos años", defiende la institución presidida por Mario Draghi en su boletín del mes de agosto.

En este sentido, al analizar los procesos de ajuste emprendidos por los cuatro países de la eurozona sometidos a algún tipo de asistencia financiera (Grecia, Portugal, Irlanda y España) además de Chipre, el BCE señala que, tras el inicio de la crisis financiera, salvo en el caso de Irlanda, la moderación salarial se ha producido con un retraso considerable (en Portugal en 2010) o ha seguido siendo muy limitada (en España y Chipre, al final de 2011).

La entidad recomienda en primer lugar aumentar la flexibilidad del proceso de determinación de salarios, cuando sea necesario, por ejemplo "mediante la relajación de la legislación de protección del empleo", la supresión de los mecanismos de indiciación salarial, la reducción de los salarios mínimos, y permitiendo la negociación salarial a nivel de empresas.

Asimismo, la entidad señala que dicho ajuste de la competitividad debe reforzarse a través de incrementos permanentes de la productividad del trabajo, para lo que propone la privatización, la innovación de los procesos y el desarrollo de nuevos productos, así como la aplicación de medidas para mejorar la cualificación de la población activa y la puesta en marcha de iniciativas para crear un entorno empresarial más favorable.

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