El BOE anuncia la licitación de dos contratos de más de 2,45 millones para el suministro de cartuchos de tóner y de tinta y material de oficina

La Administración electrónica en Aragón tendrá que esperar

La Diputación General de Aragón podrá gastar hasta 1,6 millones de euros para el suministro de cartuchos de tóner, de tinta, de cintas de nylon y de cintas de transferencia térmica para impresoras y faxes láser y 772.397 euros en material de oficina.

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Si la semana pasada os ofrecíamos detalles sobre la evolución de la Administración electrónica en España y concluíamos que el desarrollo a nivel local era casi nulo, hoy aportamos unos datos que corroboran que todavía queda mucho camino a nivel autonómico para reducir el uso del papel en las tareas que desempeñan nuestros empleados públicos o en la resolución de trámites burocráticos.

Sin ir más lejos, ayer lunes, en el Boletín Oficial del Estado, el Departamento de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón hizo pública la licitación del acuerdo marco del suministro de cartuchos de tóner, de tinta, de cintas de nylon y de cintas de transferencia térmica para impresoras y faxes láser, de inyección, matriciales y térmicas para los departamentos y organismos públicos de la Diputación General de Aragón. El valor estimado del contrato es de 1.686.064 euros, IVA excluido. El importe neto asciende a 843.032 euros y el importe total es de 994.778 euros. El periodo es para un año con posibilidad de prórroga.

Además, el BOE publicó otro anuncio para el suministro de material de oficina cuyo destino también son las diversas dependencias de la Diputación General de Aragón. El valor estimado del contrato es de 772.397. El importe neto es de 386.198 euros y el importe total, 455.714 euros. La suma de los dos contratos superan los 2,45 millones de euros.

No somos expertos en tareas administrativas. No sabemos si las cantidades son las necesarias y se ajustan a las rutinas laborales propias de una administración provincial. El dato simplemente nos invita a reflexionar sobre el uso de los recursos públicos y sobre la validez de las campañas de publicidad que informan de los logros de la gestión electrónica, de la reducción de trámites burocráticos o de las listas de espera.

Sin ir más lejos, obtener el Documento Nacional de Identidad es mucho más fácil, cómodo y rápido ahora que hace diez años. La Sanidad valenciana aspira a trabajar sin usar papeles. Por ahora es un objetivo, no una realidad. ¿Es preciso, pues, gastarse un dineral en tiempos de crisis en material de oficina?

¿Por qué sigue usándose de manera masiva el fax en las administraciones públicas, con el consecuente gasto de electricidad, papel, tinta y teléfono, cuando mediante el correo electrónico se pueden enviar documentos en formato pdf con mayor calidad resolutiva?