El sociólogo y miembro promotor de Foro + Democracia, Joan Navarro, responde a las preguntas de Sueldos Públicos

'Una parte de los jóvenes no sienten esta democracia como suya'

"Nuestro primer objetivo es impulsar una reforma de la Ley de Partidos Políticos, que responda a la voluntad de quienes dentro o fuera de los partidos políticos exigimos más y mejor democracia". Lo dice Joan Navarro, sociólogo y miembro fundador del foro + Democracia.

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Joan Navarro
Joan Navarro.

Hace unos días nos hicimos eco de una magnífica iniciativa para mejorar la salud de nuestro maltrecho marco de conviviencia. + Democracia nace para refrescar el sistema, como si de un aire viciado en una habitación cerrrada se tratara, la atmósfera que respiramos es fétida desde hace años. Algunos se sienten cómodos conviendo con el metano. Otros, en cambio, han dicho basta. Alertan de la toxicidad de ciertos comportamientos y buscan remedios responsables, consensuados y libres.

Joan Navarro, sociólogo y experto en comunicación y asuntos públicos y miembro promotor de + Democracia, contesta a las preguntas planteadas por Sueldos Públicos.

¿Por qué y para qué nace + Democracia?

Porque queremos formular alternativas y promover reformas en nuestro sistema democrático, desde la pluralidad ideológica y la diversidad social, una pluralidad y una diversidad que se reflejan en la composición de los promotores/as y también en las casi 400 personas inscritas en el debate.

Nuestro primer objetivo es impulsar una reforma de la Ley de Partidos Políticos, que responda a la voluntad de quienes dentro o fuera de los partidos políticos exigimos más y mejor democracia. No hay progreso sin reformas, y creemos que el funcionamiento de los partidos y el sistema político es demasiado serio e importante para dejarlo solo en manos de sus dirigentes. Queremos hacer un ejercicio de ciudadanía activa y comprometernos, con el máximo apoyo social, desde la máxima pluralidad, en la mejora del funcionamiento de los partidos políticos.

Tras esta experiencia de debate, pero también de influencia en la opinión publica y en los principales actores políticos, nos gustaría impulsar otros debates. Pero por ahora estamos centrados en la reforma de la Ley de Partidos.

¿Cómo estáis organizados? ¿Sois una asociación?

Somos un foro de debate abierto y que integra a un grupo muy diverso de ciudadanos y ciudadanas. A través de la página web (foromasdemocracia.com) pretendemos articular durante los próximos meses un proceso de debate y discusión en que elaboremos una propuesta articulada de reforma de la actual Ley de Partidos.

¿Cuántas personas conforman este proyecto?

La iniciativa la hemos impulsado un  grupo de personas, procedentes de diversos ámbitos, entre ellas los ex ministros Jordi Sevilla y Josep Piqué; intelectuales y académicos como José Antonio Gómez Yáñez, Adela Cortina, Daniel Innerarity, Fernando Vallespín, Manuel Villoria, José María Vidal; expertos en comunicación como, Joan Navarro, Rafa Rubio o Imma Aguilar, además de periodistas y profesionales como José Antonio Zarzalejos, el abogado Javier Cremades, la Sánchez-Pantoja o Nagore de los Ríos, entre otros.

¿Qué tipo de personas/perfiles profesionales se están adhiriendo a +D?

Se están sumando al debate personas de todos los ámbitos e ideologías, contamos ya con casi 400 personas, estudiantes, intelectuales, profesionales, ex dirigentes políticos, jubilados… se trata de un foro muy plural y diverso, todos ellos preocupados por la desafección ciudadana hacia los partidos políticos y la política.

¿Por qué hay que cambiar la Ley de Partidos?

Porque su reforma es inaplazable y de ella depende la calidad de nuestra convivencia democrática. Asistimos a una crisis que afecta sin distinción a la gran mayoría de las instituciones políticas, territoriales, económicas y sociales, hasta el punto de ponerse en cuestión, no solo la Constitución que ha servido como base de nuestra convivencia, sino la capacidad del propio sistema para asegurar el progreso y el bienestar de la ciudadanía.

Los partidos políticos son una de las  piezas centrales de la democracia, y además una de las más devaluadas, lo que acentúa la distancia y la desafección entre los ciudadanos y las instituciones. Para  solucionar los muchos problemas que tiene nuestra sociedad, necesitamos modificar el funcionamiento actual de los partidos políticos. Es necesario abrir una nueva etapa con nuevos instrumentos para hacer que los partidos puedan seguir realizando su papel como servicio público que garantiza el derecho de participación política a toda la ciudadanía.

¿Tan mala es en comparación con otras normas de países de nuestro entorno?

-Estados Unidos y Alemania han avanzado con leyes sobre el funcionamiento de los partidos. Bajo ellas late una directriz: los partidos no son asociaciones privadas con legitimidad para autorregularse; son entidades especiales a las que se da el monopolio de la representación política, financiadas con dinero público y cuyo personal percibe retribuciones públicas, por tanto, deben regularse por leyes para proteger las instituciones, y sus cajas.

- Tomemos Alemania como modelo, adaptemos sus leyes de partidos y electoral, sería fácil. La política alemana no es perfecta, pero es raro ver a un político alemán por los juzgados y dimiten cuando deben. La ley de partidos alemana fija los congresos cada dos años, el voto secreto de los afiliados a personas, no a listas, para elegir delegados a congresos o cargos internos, y la auditoría externa de cuentas

-La ley debe obligar a los partidos a celebrar congresos bienales (Alemania) o anuales (Reino Unido).

-En Estados Unidos, las primarias las organizan los Estados, no los partidos; habría que copiar la idea y prever que seis semanas antes de las elecciones se celebrasen elecciones a candidatos en todos los partidos.

- Controlar su financiación. En Austria, si una comisión de expertos en publicidad sospecha que algún partido pasa los límites de gasto en una campaña electoral, abre una inspección.

- Lo fundamental de estas leyes es que, sin ser perfectas, obligan a que los políticos compitan a base de conectar intereses, generar un discurso, convencer a la gente.

¿Qué hay que cambiar de la Ley sí o sí?

Sin duda, sin un cambio en la ley no podremos introducir muchos de los cambios que la ciudadanía espera de los partidos. La nueva ley debe tener como pilares la transparencia y la rendición de cuentas. La actividad interna de los partidos debe estar sometida al principio de publicidad y su financiación pública y privada, a los más estrictos controles de legalidad, límites de gastos electorales, buenas prácticas y rendición de cuentas.

También es imprescindible un funcionamiento interno democrático y mayor responsabilidad para que las propuestas electorales de los partidos constituyan un compromiso vinculante con los ciudadanos y electores.

¿Qué dicen los partidos políticos al respecto? ¿Están por la labor?

Este es un debate que esta abierto en la muchos partidos, con distintos enfoques y niveles de compromiso. Los partidos en general suelen discutir mucho sobre su organización interna, lo que tenemos que hacer es que ese debate no responda a criterios de control, sino de participación y transparencia.

¿Qué partido está asumiendo vuestros postulados, más o menos?

Todavía es pronto, en cuanto tengamos nuestra propuesta hablaremos con todos los partidos con representación parlamentaria, entonces conoceremos sus posiciones.

¿Se os ha tachado ya de pertenecer o proceder de algunas siglas?

No tengo ninguna noticia de esto, pero sólo hay que ver la lista de quienes componemos Mas democracia para darse cuanta de que hay mucha variedad de ideologías y procedencias

¿Cómo calificarías la salud de nuestra democracia?

Hoy, muchas personas se sienten excluidas del sistema económico y sufren desgarro social. Consideran que nuestro sistema político no hace nada por ellos, no soluciona sus problemas. Estamos, también, frente a una ruptura generacional y cultural incuestionable. Una parte muy importante de los jóvenes no sienten esta democracia como suya, y sus instrumentos de representación, articulación y gobierno son percibidos como hostiles a sus propias vidas.

Nuestra democracia (nuestras instituciones) debe reconocer que muestra signos de deterioro preocupantes. Y que, como cualquier enfermo sabe, lo importante para abordar un proceso de regeneración y recuperación con éxito pasa por el reconocimiento y aceptación de la gravedad de las lesiones, y de la relación entre estas y las prácticas que las provocan.

¿Hay que reformar la Constitución para tener +Democracia? ¿Por qué?

De momento hay que reformar una ley orgánica, la ley de partidos. Obviamente hay muchas reformas necesarias para mejorar la calidad de la democracia, pero nosotros hemos querido abordar esta como primera.

¿Hay que reformar la Ley Electoral para tener +Democracia? ¿Por qué?

Hay muchas voces que piden la reforma de la ley electoral y seguramente habrá que revisarla, pero este no es nuestro debate en este momento. Puede que venga después, cuando tengamos lista nuestra propuesta para reformar la ley de partidos.

¿Qué antídoto propone +D para el pasotismo y el abstencionismo desmesurado?

Recuperar la confianza en los partidos y su papel en el sistema democrático. La ley de partidos es imprescindible, pero insuficiente para ello.

No confundamos abstencionismo con pasotismo. Crece la abstención pero también, como corrobora las encuestas del CIS, el interés por la política  (pero por otra política).

El problema es que este interés, y la participación, no se canaliza a través de los actuales partidos políticos -en su gran mayoría- sino a través de otras fórmulas de participación, por eso es tan importante que los partidos respondan a estas demandas de mas política, pero más abierta y transparente.